El jardín prohibido de Téllez (12 Notas)

Exquisita compilación de escritos firmados mensualmente por el autor para la revista Scherzo entre 2002 y 2018.

José Luis Téllez es de esas personas que atrapan, que ilusionan, que te empujan a descubrir maravillosos mundos, llenos siempre de misterio y de magia. Gracias a figuras como la suya la “música clásica” ha llegado a numerosos hogares, a oyentes y lectores que irremediablemente han tenido que continuar disfrutando de la misma. No solo ha captado la atención de los más entendidos, sino también de los oyentes que están abiertos a dejarse seducir por su genuina dialéctica y prosa, siendo capaz de llegar al lector más entendido y al menos.

Mi enorme cariño hacia José Luis tiene su origen en su forma de transmitir su pasión en la radio y en sus escritos, pero fue en 2015 cuando aceptó inesperadamente la presentación de mi primer CD en la antigua y fabulosa tienda de encuentro “La Quinta de Mahler”, fue entonces cuando realmente me inundó esa sensación abrumadora de estar escuchando un “volumen” de sabiduría infinita que propició que después de su audaz intervención de más de una hora, que ninguno de los presentes olvidaremos, prácticamente no nos atreviésemos a continuar con la presentación.

Durante un periodo iniciado en 1986 el crítico musical José Luis Téllez, dedicó su programa en Radio Clásica, “Musica Reservata”, a las músicas que le apasionaban, a todas y no solo al “repertorio canónico” de Mozart, Bach, Beethoven, etc. Este programa ha sido uno de los grandes estandartes de RNE junto a otros como “El mundo de la fonografía” de Pérez de Arteaga. De esta magnífica sección que muchos recordarán con cariño como es mi caso, surgió la sección escrita mensualmente de la revista Scherzo.

El presente recopilatorio es una oportunidad para descubrir nuevos secretos, perotambién lo es para acercarse desde otra perspectiva a otros más conocidos. Reúne todos sus artículos publicados en los últimos veinte años, junto a otros artículos de diverso interés musical, es toda una revelación de contenido menos conocido, quasi oculto en algunos casos, prohibido incluso, el cual ofrece al lector un camino inmenso de descubrimiento.

Como le caracteriza, su escritura es audaz, clara y llena de certeza, batiéndose entre lo complejo pero con una continua clarividencia, sin adornos, nada sobra y nada falta, el mensaje es claro pero nunca austero. Ello unido a su gracia y chispa, un tanto sarcástica, en ocasiones hacen de este libro un auténtico goce musical. Cada artículo tiene la capacidad automática de llevarte al equipo de sonido a disfrutar, descubrir, redescubrir desde otro prisma algunas obras que podían haber pasado más desapercibidas, en algunos casos nos ayuda a ver aspectos en los que no habíamos reparado anteriormente.

Durante las más de 400 páginas del libro, Téllez hace un alarde enorme de sabiduría y conocimiento, demostrando un conocimiento profundo de cada tema pero además tiene la capacidad de mostrarlo como si fuera cada uno de esos temas, su pasión, es su propia colección que quiere compartir. Hay que destacar el interés por la “música contemporánea” del pasado siglo. En su catálogo tienen cabida autores como Eötvös, Gubaidulina, Maderna, Kagel o Skalkottas.

Es muy hermosa su forma de enlazar temáticas y disciplinas artísticas, que nos llevan desde la pintura a la arquitectura, de la filosofía a la psicología, pasando por autores clave como Le Corbusier, Freud o Platón. Todo un jardín de las delicias para el lector sutil, sensible y abierto a disfrutar de cada rincón de esta maravillosa exposición musical.

Pedro Pablo Cámara

Esta reseña se publicó en Doce Notas el 19 de agosto de 2019